Desde la Antigüedad, el ser humano ha aprovechado los troncos, ramas y raíces de los árboles como combustible para mantenerse caliente, cocinar alimentos o ahuyentar a los animales, por lo que la biomasa es uno de los combustibles más antiguos que se conocen.
Hoy en día esos mismos combustibles se siguen utilizando para satisfacer las necesidades básicas, aunque es evidente que las condiciones han cambiado. Posiblemente la tecnología aplicada a las energías renovables ofrezca, en el área de la biomasa, los sistemas más variados y complejos de uso y transformación de los combustibles, muy alejado desde aquel simple frotamiento de palos.
Desde el descubrimiento del fuego, la biomasa ha acompañado al hombre suministrándole energía para calentarse, alimentarse e incluso para iluminar sus pasos. Este tipo de energía renovable está conformada por los desechos orgánicos generados por los seres vivos y es usada para producir energía. También es importante considerar que, aunque el concepto está relacionado con una unidad de medida de materia orgánica, actualmente también se utiliza para referirse a una fuente de energía.
Los desechos pueden ser provenientes de la industria agrícola, como el follaje producto de la cosecha, la ganadería (como, por ejemplo, el excremento y orina de los animales) y los residuos urbanos, como la basura orgánica producida por los seres humanos.
Así como su nombre indica es masa procedente de elementos biológicos como plantas, árboles, cereales y frutos. Así entre otros tenemos también la cáscara, la madera, los piñones, el grano de cereales, el serrín, etc. y todo ello cuando lo quemamos produce una energía calorífica que podemos utilizar.
Ya que en el mercado de la calefacción existen estufas y calderas que funcionan con la biomasa y su primera ventaja es que es muy económica y a la vez no le hace daño al medio ambiente ya que el CO2 que libera a la atmósfera al quemarse es el mismo que liberaría al descomponerse de manera natural.
Características de la biomasa
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Humedad: Afecta tanto a la cantidad (precio) y calidad de la materia prima.
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Densidad real y aparente: Varía considerablemente dependiendo de la tipología de la biomasa.
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Tamaño y forma: La biomasa presenta una diversidad de grandes formas y tamaños.
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Poder calorífico: La cantidad de calor liberado en la combustión de 1 kg.
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Temperatura de fusión de cenizas: Interesa que sea alto.
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Contenido en cenizas: Interesa para la mayoría los usos de combustión que sea inferior al 10%.
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Composición química: Hay que efectuar una análisis elemental: C, H, N, S, O, Cl y cenizas.
Ventajas de la biomasa
Desde un punto de vista medioambiental, todo son ventajas de la biomasa: menos emisiones de azufre y partículas y emisiones reducidas de contaminantes como CO, HC y NOX. En un momento como el actual, en el que más del 80% de nuestro abastecimiento energético proviene de energías fósiles, otro 13% de energía nuclear y únicamente el 6% de las energías renovables, este tipo de fuentes energéticas cobran vital importancia.
Desde el punto de vista agrícola minimiza el riesgo de incendio y contribuye a la reducción de plagas de insectos. Se aprovechan los residuos sin necesidad de quemarlos sobre el propio terreno y se realiza un mejor aprovechamiento de las tierras, pues aquellas en barbecho se pueden destinar a cultivos energéticos.
La podemos aprovechar de diferentes formas como utilizándola como combustible para nuestros hogares así como también podemos aprovecharla quemando la para generar electricidad o elaborando combustibles limpios como el biodiesel.
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