La dieta se refiere a los hábitos o régimen alimentario que mantenemos en nuestra vida. De esta manera, se incluyen el tipo de alimentos, la cantidad y la frecuencia de ingesta. Es importante señalar que la dieta no quiere decir que tengamos que privarnos de ciertos alimentos. Todo lo contrario, en la dieta se incluyen todos los comportamientos y hábitos nutricionales que tenemos.
Tipos de Dietas
Dieta de Superalimentos
Se trata de un modelo de alimentación basado en la inclusión en el menú de los denominados superalimentos. Los principales son de origen vegetal, aunque también se incluyen algunos extractos animales, como la grasa de pescado, cuyo omega 3 ayuda a prevenir las enfermedades coronarias. En muchos casos, no son más que alimentos exóticos poco conocidos o en desuso que no solamente tienen la capacidad de nutrirnos, sino también de ayudar a mejorar nuestra salud o prevenir enfermedades.
Dieta Genética
Está basada principalmente en la personalización de la alimentación según el paciente en función de los resultados de un test de ADN previo. La realización de este análisis es muy útil no sólo en una dieta destinada a perder peso, sino también a la hora de prevenir y tratar distintas patologías, desde cardiovasculares o digestivas hasta distintos tipos de cáncer y, por supuesto, la obesidad.
Dieta de Semáforo
Se trata de una dieta mediante la cual se podrá perder peso de manera segura, al restringir y moderar algunos alimentos. Dependiendo de los colores del semáforo, es decir, verde, amarillo y rojo, se podrán consumir o no ciertos alimentos en diferentes cantidades.
En el color amarillo están los alimentos de menos de 20 calorías por porción, bajos en calorías y ricos en nutrientes, y se deben consumir con moderación. En el color verde están las verduras, el pollo, el pescado o el agua, y se pueden consumir sin moderación.
En el color rojo están los alimentos prohibidos, como los dulces, la leche, los embutidos, las bebidas alcohólicas, entre otros.
Dieta Hipocalórica
La dieta hipocalórica consiste en conseguir un cómputo global negativo a nivel de calorías. Es decir, ingerir menos calorías de las que nuestro cuerpo “gasta”. Lo que buscamos con esta dieta es generan un balance negativo que de forma controlada nos permita perder peso.
Esta dieta se utiliza como la principal herramienta para perder peso, pero más allá de lo que te pueda ayudar a adelgazar también puede aparecer como un magnifico aliado para afrontar periodos de definición muscular.
Dieta Hipercalórica
En una dieta hipercalórica se ingieren más calorías de las que se gastan. Evidentemente generar un superávit calórico es sumamente fácil. La bollería industrial, las grasas saturadas o la comida “basura” en general aportan una cantidad infame de calorías en una proporción aparentemente pequeña. La gran dificultad de las dietas hipercalóricas llega a la hora de confeccionar una ingesta saludable. Aumentar la ingesta de calorías a través de alimentos naturales no resulta tan fácil.
Dieta Vegana
Se basa en que la alimentación que se está llevando a cabo es saludable y se asume como un hábito recurrente, el cual implica abstraerse del consumo de toda proteína animal.
La persona vegana consume nutrientes y carbohidratos, sin embargo, para hacer equilibrada la dieta, este debe de consumir una serie de proteínas que provengan de otra fuente, con el fin de llenar todos los requerimientos alimenticios que el cuerpo necesita para llevar a cabo sus funciones.
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