El interés es el pago adicional que se suma al principal pagado a un prestamista por el derecho a pedir dinero prestado.
La tasa de interés se expresa como una tasa de porcentaje anual, y el pago podría ser una cantidad fija de dinero (tasa fija) o tasas pagadas en una escala móvil (conocida como pago variable). Sin embargo, no hay solo uno sino una variedad de tipos de intereses bancarios y, por eso, antes de solicitar un crédito o un préstamo, conviene conocer cuáles son y cómo cada uno puede afectar la operación.
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Características de los intereses
Plazo: La regla general es que, cuanto mayor sea el plazo de devolución, más bajos serán los intereses aplicables.
Tipo de operación: No es lo mismo pedir dinero a un banco para comprar una casa o hacer un viaje que para invertir en un negocio. En el primer caso, hay un activo que garantizará el pago de la deuda, lo que permite ofrecer un tipo de interés más bajo. En el último, es previsible que el negocio genere beneficios que permitan devolver el préstamo, lo que lleva a un ajuste de los intereses. En el caso del viaje el dinero se va a gastar en un bien de consumo, lo que hace que los intereses sean más altos.
Solicitante: Los bancos prestan especial atención a la solvencia de sus clientes. Cuanto más respaldo económico tenga detrás quien pide el dinero, más fácil le resultará acceder a un préstamo con buenas condiciones, lo que incluye unos intereses más bajos.
Tipos de interés
Interés Fijo
El tipo de interés fijo supone que el interés que te cobran durante toda la vida del préstamo es el mismo. Tiene la ventaja de que no varía, aunque lo hagan los tipos de interés oficiales; ni al alza, ni a la baja.
Por lo general se aplica en préstamos a menos de doce meses, pero cada vez se utiliza más para las hipotecas porque muchos ahorradores prefieren no preocuparse por si los tipos de interés oficiales suben o bajan durante los próximos años.
Interés Variable
Los tipos de interés variables cambian con los tipos oficiales. Se revisan normalmente cada doce meses y se aplica el tipo de interés del mercado en cada revisión. Por lo tanto, un préstamo a tipo variable puede subir o bajar en cada revisión.
En teoría, en préstamos largos como son los hipotecarios, es más justo para las dos partes implicadas porque los tipos de interés se ajustan al mercado cada año. Sin embargo, el ahorrador no cuenta con la misma información que la entidad financiera.
Interés Mixto
Los ahorradores cuentan con los tipos de interés mixtos, que son una combinación de los dos anteriores. Un tipo mixto es un tipo de interés fijo en los primeros meses o años de un préstamo y un tipo de interés variable después. Elimina la incertidumbre los primeros meses, pero luego se ajusta al mercado a lo largo de su vida.
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