El Efecto Látigo conocido también como Bullwhip Effect es el fenómeno en el cual pequeñas variaciones en la demanda inducen progresivamente hacia mayores variaciones cuando se avanza hacia atrás en la Cadena de Abastecimiento. Dichas variaciones se amplifican cuando nos vamos alejando del consumidor final.
La gestión inteligente de la cadena de suministro implica el aprovechamiento de la integración de todo el canal para satisfacer mejor las necesidades de los clientes. Al coordinar las actividades de gestión de calidad, la productividad y la eficiencia pueden aumentar. Si bien muchos emplean técnicas clásicas de control de procesos estadísticos, tiempos extraordinarios como estos requieren el uso de herramientas adicionales.
La mayoría de las metodologías estadísticas de control de procesos asumen un comportamiento de proceso de estado estable donde se ignora la influencia del comportamiento dinámico. Los gráficos de control, un método popular y efectivo, tienen un inconveniente importante: solo consideran el último punto de datos y no llevan una memoria de los datos anteriores. Como resultado, los pequeños cambios en la media de una variable aleatoria tienen menos probabilidades de ser detectados rápidamente.
¿Cómo contrarrestar el Efecto Látigo?
Aceptar y entender el efecto látigo
El primer paso es reconocer la presencia del efecto látigo. Muchas empresas no distinguen cuando existen altos niveles de inventarios de reserva a lo largo de su cadena de suministro. Por lo tanto, un análisis detallado ayudará a descubrir los excedentes inactivos. De esta manera, los administradores pueden tomar medidas correctivas y establecer normas.
Alinear tu supply chain
Reducir la cantidad de proveedores y los niveles pueden facilitar una mejor comunicación entre los equipos, así como disminuir la oscilación que crea el efecto látigo. Para esto, el uso de la tecnología de automatización puede ayudar a vincular todos los aspectos del supply chain y consolidar los canales de comunicación.
Mejorar la planificación del inventario
Hacerlo de forma adecuada ayuda a reconocer la demanda estacional, la demanda prospectiva, el lanzamiento de nuevos productos y la descontinuación de los antiguos. Para esto, es necesario contar con softwares y programas de gestión de almacenes.
Intercambiar información entre gerentes
Todo problema debe ser notificado, esto aumenta la colaboración entre diferentes departamentos y perfecciona el desempeño. Además, proporcionar reuniones interdepartamentales regulares y estructuradas mejora el proceso de toma de decisiones.
Minimizar las ventas y descuentos
Mantener un precio estable, incluso durante las fluctuaciones del mercado, disminuye el efecto látigo, ya que se fomenta un flujo regular de demanda de los clientes. No es necesario ofrecer rebajas ni descuentos todo el tiempo. Por el contrario, opta por mantener los precios sin enormes variaciones durante todo el año. De esta manera, no solo se mantiene un flujo de demanda regular, también genera fidelidad por parte del cliente.
Evitar los descuentos por volumen
A pesar de que los descuentos son buenos, cuando son por cantidades irregulares suele aumentar innecesariamente los niveles del inventario. Esto debido a que se generan enormes ofertas para demandas que, muchas veces, no superan el número de productos en venta. Por el contrario, fomentar pedidos de acuerdo a las necesidades del cliente ayuda a mitigar el efecto látigo.
Si te interesa conocer más sobre como evitar este tipo de situaciones y de controlar tu stock de manera adecuada, te recomendamos revisar el curso en Lean Manufacturing y Gestión de Stock que tenemos aquí en CEUPE, el cual te proporcionará a los estudiantes los conocimientos de la más novedosa metodología de producción y las técnicas para su implantación. Ayudará también en la familiarización con las situaciones más comunes dadas en la gestión de almacenes; desde el almacenaje de una pequeña pieza, hasta la organización de piezas robustas.
Comentarios