Una dieta cetogénica es básicamente un plan de alimentación muy bajo en carbohidratos, con una ingesta moderada de proteínas y alto en grasas.
La dieta cetogénica, en inglés “keto diet”, es un tipo de alimentación caracterizada por una ingesta elevada de grasas y reducida de carbohidratos, lo que lleva al cuerpo a obtener energía de las grasas mediante la síntesis de cuerpos cetónicos. Hoy en día ha sido planteada para otros objetivos de salud como la pérdida de masa grasa. Puede conllevar riesgos, por lo que siempre se debe acudir primero a un dietista nutricionista que aconseje si realizarla o no y que guíe en el proceso.
Consiste en eliminar o reducir al máximo todos los hidratos de carbono (pan, pasta, legumbres, patatas, arroz) y apostar por alimentos ricos en grasa y por el consumo moderado de proteínas.
Esta disminución de los carbohidratos produce en el cuerpo un estado metabólico llamado cetosis, proceso mediante el cual las reservas de grasa se convierten en cetonas dentro del hígado, por lo que el cuerpo deja de consumir glucosa como forma de energía para sustituirla por la que proviene de la grasa. El resultado es una quema de grasa y una pérdida de peso más rápida.
Se ha visto en muchos estudios que el efecto de pérdida de peso es superior a otras dietas tradicionales, pero la reeducación metabólica tiene un efecto a mucho más largo plazo.
Fases de una dieta cetogénica
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Fase de inducción: se podría decir que es la más importante porque es cuando se reduce el consumo de carbohidratos a entre 20 y 25 gramos al día para entrar en el estado de cetosis (los niveles de cetonas en el cuerpo debe estar entre 0,5 y 3 mM). Este periodo suele durar de 3 a 4 semanas y en él puedes llegar a sentirte algo abrumada e incluso tener etapas de ansiedad.
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Fase de adaptación cetogénica: no tiene una duración concreta, todo depende de las metas que se fije cada persona. Al ser un proceso complejo en el que están involucrados casi todos los sistemas del cuerpo, es normal sentirse cansada o incluso notar los síntomas de la "gripe cetogénica", ya que el cuerpo necesita acostumbrarse a utilizar los ácidos grasos y las cetonas como fuentes principales de energía.
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Fase de mantenimiento: como en toda dieta, esta fase es la más difícil de llevar, pues el objetivo es seguir el nuevo estilo de nutrición a largo plazo y se puede caer en más de una tentación. La fuerza de voluntad es el pilar fundamental en el que la gente debe apoyarse para salir con éxito de esta fase final.
Alimentos permitidos
Para alcanzar y mantener la cetosis se debe restringir el consumo de cualquier tipo de cereal (con o sin gluten), en todas sus formas (grano, pan, harina, pasta), además de legumbres, frutas, verduras y hortalizas, principalmente aquellas que presentan un mayor contenido en hidratos (que por lo general suelen ser las más dulces).
Entre los alimentos más consumidos en una dieta keto destacan:
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Cualquier tipo de carne, incluyendo las carnes rojas.
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Pescados y mariscos, especialmente azules.
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Huevos.
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Aguacates.
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Lácteos enteros, prefiriendo los más grasos.
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Frutos secos ricos en grasas, así como cremas vegetales de frutos secos (mantequilla de cacahuete, almendras, etc.).
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Cacao y chocolate puro sin azúcar.
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Coco y sus derivados.
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Aceites vegetales.
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Semillas enteras o molidas (lino, calabaza, girasol, chía, amapola, sésamo).
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