La esquizofrenia es una enfermedad cerebral compleja en la que existe un funcionamiento defectuoso de los circuitos cerebrales con un desequilibrio entre los neurotransmisores. Como resultado de ello, se verán afectadas algunas de las funciones que rigen el pensamiento, las emociones y la conducta.
La esquizofrenia es el resultado de la interacción de numerosos factores. La teoría en la que se basan actualmente los científicos es que existiría una alteración en el desarrollo del sistema nervioso central, ya desde la vida prenatal, que podría explicar el funcionamiento anómalo posterior.
Síntomas de la esquizofrenia
Alucinaciones: las alucinaciones son experiencias sensoriales que se originan dentro del cerebro en vez de tener su origen en el exterior. Las alucinaciones son causadas por la enfermedad. Los pacientes esquizofrénicos algunas veces oyen voces (alucinaciones auditivas) que una persona sana en la misma situación no escucha, o ven cosas (alucinaciones visuales) que otras personas no perciben.
Ideas delirantes: son creencias falsas y persistentes, que son constantes, no fluctuantes o simples deseos que no son compartidos por otros que el paciente cree reales incluso aunque haya pruebas de lo contrario.
Trastorno de la autopercepción: A menudo, el paciente tiene una percepción distorsionada de sí mismo. La distinción entre él mismo y lo que le rodea puede ser borrosa.
Trastornos del pensamiento: debido al deterioro de la función cerebral, el pensamiento lógico de muchos pacientes está deteriorado si se compara con el que tenían antes de su enfermedad. Sus pensamientos y su lenguaje están alterados.
Síntomas negativos: a diferencia de los positivos, los síntomas negativos conllevan una disminución de la actividad cerebral. Entre ellos se encuentran el aislamiento social, los problemas para mostrar emociones, la reducción de la comunicación, apatía, abulia (falta de voluntad o de energía para hacer algo) o la ausencia de expresiones faciales.
Tipos de Esquizofrenia
Paranoide: es la clase más frecuente de esquizofrenia y afecta principalmente al plano psíquico, dando lugar a alucinaciones e ideas delirantes que generan una interpretación equivocada de la realidad.
Desorganizada: incide especialmente en el plano del lenguaje. Se caracteriza por una desorganización que afecta tanto al habla como al comportamiento. La persona puede estar muy activa pero sus acciones no conducen a ninguna meta específica.
Catatónica: en esta modalidad se ven principalmente afectadas las funciones psicomotoras del organismo. En ocasiones las personas adoptan posturas extrañas, muecas llamativas o presentan inmovilidad.
Indiferenciada: Estos tipos de esquizofrenia incluían todos aquellos síntomas que no encajaban con la esquizofrenia paranoide, desorganizada o catatónica. Es decir, se diagnosticaba de esta esquizofrenia cuando se compartían los síntomas de las diferentes distinciones que hemos mencionado.
Residual: Se diagnosticaba cuando una persona ya no presentaba síntomas graves del trastorno o simplemente cuando estos eran de una menor intensidad. Normalmente, estos tipos de esquizofrenia incluían los denominados síntomas ‘negativos’ de la esquizofrenia, es decir, los que implican una ausencia o disminución del funcionamiento normal en una persona.
Tratamiento
Los medicamentos antipsicóticos son claves para tratar la esquizofrenia.
Los tratamientos terapéuticos con frecuencia involucran terapia individual y entrenamiento en habilidades sociales. En estas sesiones se les enseña a los niños habilidades de afrontamiento y comunicación que les ayudará a funcionar en la escuela y a socializar con sus compañeros. La terapia cognitivo-conductual generalmente se recomienda para ayudar a los niños a manejar sus síntomas; se ha demostrado que reduce la severidad y el riesgo de una recaída.
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