La agricultura intensiva ha contribuido al aumento de la contaminación ambiental y al cambio del comportamiento de las plagas, por el uso intensivo y global de agroquímicos, por lo cual la regulación de estas sustancias y la presión social influyeron para que las empresas invirtieran, en la generación de las plantas transgénicas.
Las plantas transgénicas son organismos perteneciente al reino Plantae, al que se le ha hecho alguna alteración o cambio en el material hereditario o genoma, bien sea añadiéndole algún gen (segmento de ADN) o por medio de una modificación del mismo, con la finalidad de adicionar o suprimir una característica por medio de la aplicación de procedimientos o técnicas de la ingeniería genética. Esta característica que ha sido incorporada o eliminada se transmite a las siguientes generaciones, es decir, es heredable.
Las plantas transgénicas están incluidas en el grupo de los llamados OMG, que significa, organismos modificados genéticamente. Los genes utilizados en estas plantas pueden provenir de otro espécimen vegetal o de cualquier otro ser vivo, gracias a la universalidad del código genético. También es posible la construcción de estos segmentos de ADN en los laboratorios, es decir, crear genes sintéticos. El gen o genes nuevos o exógenos se denominan transgén o transgenes.
Ventajas de los transgénicos
Los organismos genéticamente modificados pueden existir en forma de plantas, animales y microorganismos. En el caso de las plantas, son conocidos por ofrecer una amplia gama de beneficios para el productor, tales como resistencia a plagas y enfermedades, tolerancia a herbicidas, habilidad para adaptarse a circunstancias medioambientales extremas, y en algunos casos, valor nutricional superior.
Otro elemento de disputa importante, postulado por algunos entusiastas pro-OGM, es que debido a la tolerancia y resistencia implícitas a plagas y enfermedades que presentan estos cultivos, los rendimientos aumentarán de manera natural, por lo cual algunos opinan que su existencia a lo largo del tiempo aliviará estreses asociados con el abastecimiento de alimentos hacia una población global en crecimiento.
Desventajas de alimentos transgénicos
Tras más de 30 años en el mercado sigue sin haber estudios a largo plazo que demuestren su seguridad para los seres humanos. Más de 300 científicos independientes han firmado un manifiesto internacional afirmando que no existe un consenso científico sobre su seguridad.
Los riesgos ambientales de los transgénicos están ampliamente demostrados. Además, no es cierto que sean la solución al hambre, puesto que la inmensa mayoría de los cultivos transgénicos alimentarios se destina a piensos animales que engordan a animales explotados en la ganadería industrial para que en los países enriquecidos podamos disponer de carne barata.
La coexistencia entre cultivos transgénicos y cultivos convencionales y ecológicos es imposible: la contaminación genética es inevitable.
Algunos datos sobre los transgénicos
- Las semillas transgénicas germinan como cualquier otra, pero la regulación no permite replantarlas. Además, los agricultores prefieren comprar las mejores semillas que tengan todos los rasgos genéticos deseados para cada cosecha.
- Los alimentos que son producto de cultivos transgénicos se ven igual que los provenientes de cultivos convencionales. Las características que tienen no son para estética sino para sostenibilidad.
- La diferencia entre los orgánicos y los transgénicos está en cómo se cultivan pero no tienen diferencias nutricionales. Los transgénicos pasan por rigurosos estudios que demuestran que no tienen diferencias significativas comparados con su contraparte convencional.
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