Las nuevas exploraciones del siglo XXI no son geográficas sino que exploran nuestro propio cerebro. La neurociencia está aportando conocimientos que revolucionarán la medicina, la psicología y la educación al descubrirnos aspectos esenciales y funcionales de la mente que no podemos ignorar y que cambiarán nuestras formas de aprender y de educar. La inteligencia de los investigadores explora sobre sí misma: las inteligencias múltiples, los sistemas neurológicos, sus déficits y sus diversas capacidades potenciales, la plasticidad cerebral, las conexiones sinápticas, la inteligencia emocional, las funciones ejecutivas, etc.